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jueves, 30 de abril de 2009

Olvidarte

Quiero olvidarme de ti...
Quiero por un sólo instante
olvidar esas locuras,
esos sueños y aventuras,
en los que estuviste tú.

Quiero arrancar de mi mente,
los momentos de dolor,
esas historias de amor
que escribimos día con día…

Ya no quiero recordar
los momentos de alegría,
ver el sol al medio día
y no recordarte a ti.

Quiero dar la media vuelta
y arrancarte de este pecho,
donde vives escondido,
olvidar esa mentira
a la que llamaste amor.

Quiero olvidar tus promesas
esas palabras tan dulces
que disfrazaron la farsa,
ya no quiero recordarte,

Sólo olvidarme de ti,
pero siempre estas presente,
aúnque te encuentres ausente
siempre estas cerca de mí.

Acompáñame a olvidarte,
a no brindarte palabras,
a no buscarte en mis sueños,
a olvidar esas tardes a tu lado.

Acompáñame a borrar las huellas que dejaste
a olvidar que me alejaste,
a olvidarme de ti…

miércoles, 18 de febrero de 2009

Ardor

Arden mis venas
Furias inmensas,
Fuego estalla dentro en lo mas profundo.
Escondido de los ocultos infiernos vivientes.

Perturbando el alma cegando el espíritu,
Desvaneciendo cada esperanza,
Debilitando el puro y sano pensamiento
Dejando a oscuras el sentimiento
Con un apagón de frió congelado
Como en los malos tiempos de invierno.

Sensaciones muertas solo existiendo en el espacio
Soñando un lugar donde puedan renacer
Y explotar en éxtasis sin miedo
En la confianza de la entrega absoluta.

Mientras tanto tiembla el cuerpo incontrolable,
envuelto en corriente veloz que oprime el pecho.
Angustiosa sucia espera dominante que no cesa.
La calma sigue perdida,
La tranquilidad no pudo encontrarla.

Sangre caliente corriendo desenfrenada,
Y quema hirviendo el alma,
oxigeno diminuto que no alcanzas el aire,
Ni para el mas mínimo suspiro pobre.

Y sigues insistiendo corazón testarudo,
late cansado, deprimido, llorando sueños rotos.
Deslizando lagrimas heladas, desamparadas,
Silenciosas del ermitaño corazón.

Lluvia infinita cae sin parar,
empapando y entumeciendo los cuerpos delgados enfermos.
Y nadie puede detener los truenos eternos de los desamparados.