Esa noche...

Esa noche, nos dormimos con la furia entre los dientes y el amargo entre la vista. Por la escalera bajo un cuerpo devastado, un alma desolada con el corazon en las manos

y la tristeza entre la frente.

A su mente solo llegaban palabras amargas. ¿Su nombre? Desencanto, y un sentimiento de odio infalible, que con el paso del tiempo se hacia cada vez mas grande. De la forma en que sus pasos recorrian la habitacion se sentia la furia, el temor, el dolor y un sentimiento que el no conocia, el deseo de sentirse solo.

Abandonado. Confesandose. Esperando un momento para extraer de su mente su mas sentida pasion, la satisfaccion de ver a todos morir. Sufrir. Tratando de entrar en razon pero, el dolor deja que se hunda en sus miedos. Mientras que la gente lo pone en un pedestal..

.Ese fantasma murio.

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